¿El Necronomicón es real?

No hay duda, la mente de H.P. Lovecraft llegaba en algunos puntos a imaginar cosas tan retorcidas pero al mismo tiempo geniales, que muchos se preguntan si su inspiración vino de tratados antiguos reales relativos a prácticas de nigromancia, deidades ocultas y otras, o como bien diría él mismo, de "abominaciones generadas por la propia locura".

Es más, es muy probable que hayas escuchado hablar del Necronomicón sin siquiera saber de la existencia de Lovecraft, y lo digo con conocimiento de causa, porque sé de personas que tienen a este tratado de dudoso origen, como una joya prohibida difícil de encontrar, pero cuando termines de leer este artículo te aseguro que te si tienes dudas sobre este tema, aquí se acabarán.

Veamos...

El Necronomicón posee una fama de la que pocos escritos pueden jactarse, especialmente en los círculos de seguidores de lo oculto, y como explicaré aquí también de seguidores del autor norteamericano, creador de terrores que ya forman parte de la cultura popular como nuestro querido cefalópodo (al menos eso parece) e innombrable Cthulhu.

Muchos de sus escritos se basan en elementos mitológicos descritos en el Necronomicón, que pudiera describirse a grosso modo como una complicación de ritos destinados a adorar, solicitar ayuda y en general, convertirse en siervo, de dioses primigenios, perdidos en los eones del tiempo, y tan abominables como la pizza barbecue, tanto que pueden llevar a la muerte a quienes se atreven a adentrarse en sus misterios, o a una locura aún peor que la misma muerte.

Pero vamos a la historia del tratado...

Según se explica en algunos escritos del autor, el "Necro" como es llamado cariñosamente por algunos fans de Lovecraft, habría sido escrito en el año 730 por un poeta y demonólogo árabe de Yemen llamado Adbul Alhazred. Su título original en árabe es Kitab Al-Azif (El rumor de los insectos que el folclore árabe atribuye a demonios como los djins y gules).

Este personaje, absolutamente devorado (y es literal) por sus propios demonios, habría fallecido en el año 738, despedazado y "engullido" por una entidad invisible en un mercado de Damasco.

Posteriormente, el Necronomicón fue traducido al griego por un monje llamado Theodorus Philetas que fue el que le dio su título actual. Las versiones en árabe y griego se han perdido. Las actuales proceden de una traducción al latín realizada en el siglo XIII por un padre dominico llamado Olaius Wormius.

Bueno... Datos históricos más, datos históricos menos, la verdad es que ... Nada de ello es cierto 😊. Perdón por haberlos aburrido con esto, pero era necesario para que entendieran porque mucha gente cree que este "invento" de H.P. Lovecraft es real, y es principalmente por estos datos, que él mismo creo para respaldar este supuesto tratado que no es más que una forma de dar sustento a toda la mitología que atraviesa su obra, asegurando incluso que la iglesia católica prohibió el libro, y que en la actualidad habrían solo cuatro copias: una en la biblioteca Widener de la Universidad de Harvard, dentro de una caja fuerte; una copia del siglo XV, en la Biblioteca Nacional de París; otra en la Universidad de Miskatonic en Arkham y otra en la Universidad de Buenos Aires.

Empecemos aclarando que ni Miskatonic ni Arkham son reales, sino que parte de su obra; y en segundo lugar despejemos otra gran duda: no existen solo cuatro copias, de hecho, puedes encontrar el abominable "Necro" en cualquier librería o feria del libro, porque es tan "maldito y prohibido" como una película de Marvel.

En resumen, es un libro ficticio del escritor de novelas de terror H. P. Lovecraft. La primera mención que existe del libro data de 1922, en el cuento corto El sabueso. Un año antes, Lovecraft había colado el nombre del supuesto autor del libro, un árabe llamado Abdul Alhazred en el cuento La ciudad sin nombre.

De hecho existe una cita de una carta del autor que dice los siguiente:

"En relación a los libros terribles y prohibidos, me fuerzan a decir que la mayoría de ellos son puramente imaginarios. Nunca existió ningún Abdul Alhazred ni el propio Necronomicón, porque inventé esos nombres yo mismo. Luwdig Prinn y su grimorio De Vermis Mysteriis fue ideado por Robert Bloch, mientras que el Libro de Eibon es una invención de Clark Ashton Smith. Robert E. Howard debe responder del personaje de Friedrich von Junzt y su Unaussprechlichen Kulten".

Ahora, lo que sí es destacable en medio de todo este embrollo es la capacidad que tuvo Lovecraft para crear una mitología nueva, que toma elementos de otras reales como la sumeria, y generar una intrincada base desde la cuál desarrollar su obra, y lo hizo tan bien, que aún muchos siguen convencidos de que es un libro real.

En efecto el Necronomicón y la propia obra de Lovecraft son tan fascinantes que durante muchos años, personas ignorantes de lo anterior, o incluso sabiendo de su falsedad pero con el ánimo de continuar alimentando el mito, han seguido poniéndole más adornos a todo el asunto, asegurando por ejemplo, que el original está encuadernado en piel humana, o poniendo a disposición supuestas copias el siglo XVII en subastas para hacer caer a algún despistado.

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